Según la OMS, se define como el conjunto de condiciones y medidas que deben estar presentes en todas las etapas de producción, almacenamiento, transformación, transporte, conservación y cocinado doméstico del alimento, para garantizar su salubridad.
El consumidor debe saber elegir y reconocer la calidad de los alimentos o comidas, además de saber como conservarlos y manipularlos adecuadamente, esto para evitar contaminaciones y afectar su calidad.
La inocuidad de los alimentos y la nutrición están muy unidas. Cuando los alimentos escasean, la higiene, la inocuidad y la nutrición a menudo se olvidan y la población adopta dietas menos nutritivas consumiendo muchas veces alimentos insalubres, en que los peligros químicos, microbiológicos y otros generan riesgos para la salud.
La OMS se esfuerza por promover la disponibilidad de alimentos inocuos, sanos y saludables para toda la población, a fin de mejorar la seguridad nutricional.
Una política alimentaria debe ser parte de una estrategia general de nutrición con seguridad alimentaria para los hogares y negocios gastrónomicos de un país. Lograr la seguridad alimentaria incluye garantizar:
• Un suministro alimentario seguro y nutricionalmente adecuado
• Estabilidad en el suministro alimentario durante el año
• Acceso a suficientes alimentos en cada hogar
Además de la seguridad alimentaria en el hogar está la necesidad de una distribución de los alimentos que garantice un buen estado nutricional dela población. Las políticas de desarrollo nacional deben incluir la seguridad alimentaria como objetivo, y lograr la seguridad alimentaria para todos es un indicador de éxito.
Es también denominada «enfermedad transmitida por los alimentos», provocada por comer alimentos contaminados. Las causas más frecuentes de intoxicación alimentaria son los organismos infecciosos —entre ellos, virus, bacterias y parásitos— o sus toxinas.
Los organismos infecciosos pueden contaminar los alimentos en cualquier momento de la producción. Si los alimentos se manipulan o cocinan de manera incorrecta, la contaminación también puede producirse en el hogar.
Los síntomas de intoxicación alimentaria, comprenden náuseas, vómitos o diarrea. En la mayoría de los casos, la intoxicación alimentaria es leve y desaparece sin tratamiento. Pero algunas personas necesitan ir al hospital.
Los síntomas de intoxicación alimentaria cambian según el origen de la contaminación. En la mayoría de los caso se presentan uno o más de los siguientes:
• Vómitos
• Mareos
• Diarrea líquida o con sangre
• Dolor y calambres abdominales
• Fiebre
Los signos y síntomas pueden comenzar horas después de ingerir el alimento contaminado, o bien pueden comenzar días o incluso semanas después. Las náuseas que genera la intoxicación alimentaria suelen durar entre unas horas y varios días.
Las enfermedades transmitidas por los alimentos se traducen en millones de personas que enferman, donde muchas mueren por consumir alimentos insalubres. En el año 2000 los países miembros de la OMS publicaron una resolución en la cual se reconoce el papel fundamental de la inocuidad alimentaria para la salud pública.
La inocuidad de los alimentos engloba acciones encaminadas a garantizar la máxima seguridad posible de los alimentos. Las políticas y actividades que persiguen dicho fin deberán de abarcar toda la cadena alimenticia, desde la producción al consumo.
Al optar por un restaurante se valoran aspectos como el precio o el menú, pero no es común tener en cuenta a la seguridad alimentaria.
Ahora que se acerca el fin de año, muchas personas acudirán a restaurantes, con los amigos y familiares, en la mayoría de los casos es común fijarse en el precio, el menú o cernanía del lugar, pero se infravalora la seguridad alimentaria porque no se tienen en cuenta los criterios de calidad higiénicos y sanitarios. Pero si no se quiere encontrar con posibles sorpresas, se debería prestar atención a aspectos como la limpieza de las instalaciones y del personal.
Tan solo una crítica negativa de sanidad puede arruinar la reputación de un restaurante. Y esta no solo puede venir de las autoridades de salud, sino que de los mismos usuarios o clientes en las redes sociales. Para evitarlo, los responsables deben llevar a cabo buenas prácticas de manipulación y una limpieza profunda siempre.
Entonces, ¿cómo puede el consumidor saber si se siguen estas buenas prácticas de seguridad alimentaria? Algunos aspectos que ayudarán son:
• El personal debe tener una correcta higiene porque es el que manipula los alimentos.
• Las instalaciones deben estar en buen estado, los suelos tienen que estar limpios, sin restos de suciedad, ni papeles, derrames, desperdicios o grasas.
• Los platos, copas, vasos y cubiertos deben estar limpios, sin roturas ni restos de suciedad.
En los restaurantes se llevan a cabo inspecciones, a través de revisiones periódicas, destinadas a garantizar que se cumplen los requerimientos de higiene y seguridad alimentaria. El objetivo es asegurar que los productos que se sirven tienen todas las garantías.
Un par de ejemplos en el mundo son el departamento de salud de Nueva York, quienes tienen a disposición de los consumidores distintos soportes digitales que recogen las inspecciones sanitarias que realiza en todos los restaurantes que tiene la ciudad. En web, el consumidor puede obtener los resultados de las inspecciones, que son sin previo aviso y al menos una vez al año. En Inglaterra, otra aplicación (Food Hygiene Rating) permite también a los clientes británicos conocer la clasificación de higiene de los restaurantes. El consumidor introduce el nombre del establecimiento y recibe la información: cómo prepara la comida, limpieza, higiene de las instalaciones y cómo se gestiona para que los alimentos sean seguros. Al final de la inspección, el restaurante obtiene una puntuación del 0 al 5.
La tecnología hoy ofrece tanto a restaurantes o clientes una ayuda importante al momento de gestionar la seguridad alimentaria.
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